Ojos Claros, serenos
si de un dulce mirar sois alabados,
¿Por qué, si me miráis, miráis arados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parecéis menos hermosos.
¡Ay, tormentos rabiosos!
Ojos claros, ojos serenos,
ya que así me miráis,
miradme menos.